¿A quién no le puede gustar esta tarta? Hoy te enseño a preparar esta receta super fácil y rápida… y sin horno. Quedará tan rica que te chuparás los dedos.
Lo mejor de la Cheesecake, es que hay para todos los gustos, puede ser con chocolate, caramelo, con tu fruta favorita o si eres más tradicional, puede ser sólo de queso, que queda igualmente deliciosa y ahora en verano, ¡es el postre prefecto!
Ingredientes
Mermelada de arándanos al gusto
200gr de galletas María
113gr de mantequilla
8 onzas de queso crema
Media lata de leche condensada
2 tazas de crema para montar
20 gr o 5 láminas de gelatina sin sabor
Preparación
- Tritura las galletas hasta que queden como polvo. Derrites la mantequilla en el microondas y la mezclas con las galletas, previamente trituradas, hasta que quede una masa homogénea y la colocas en el molde del pastel, haciendo fuerza para que quede una base sólida y consistente.
- Para el relleno: deja la gelatina en agua caliente durante 10 minutos.
- Bate el queso crema, con ayuda de una batidora, hasta que quede cremoso. Tip: será más fácil, sí utilizas el queso crema a temperatura ambiente. Después añade la leche condensada y la mermelada de arándanos, yo le coloqué dos cucharadas – si quieres hacerlo de diferentes tonos, aparta un poco de la mezcla en otro bol y le añades dos cucharadas más de mermelada, para oscurecerlo-.
- En otro bol, montamos la nata. Debes batir durante unos 5 minutos aproximadamente.
- Une las tres mezclas: la nata montada, el queso crema con los arándanos y la leche condensada y por último, añades la gelatina.
- Coloca la mezcla en el molde que habíamos preparado con las galletas. Lleva la tarta a refrigeración durante 4 horas como mínimo. Transcurrido el tiempo, ya está lista para decorar.
Tip: si vas a preparar la tarta con diferentes niveles de colores, pon un poquito de la primera mezcla y espera unos 10 minutos para colocar la capa de arriba.